En un curso de vela infantil, los niños de seis a once años aprenden a navegar de forma lúdica. La atención se centra en divertirse mientras navega. En el curso de navegación, los niños desarrollan una sensación intuitiva de navegar.
La condición para participar es que el niño sepa nadar en aguas abiertas.
¿Por qué mi hijo debería aprender a navegar?
- La vela es un deporte que intensifica los sentidos porque se desarrolla en la naturaleza.
- Por una vez el móvil se queda apagado. En lugar de las redes sociales, los niños viajan en grupos en barcos.
- La navegación requiere toda su atención y es intensa; por la noche todos están cansados y relajados.
- La vela es un deporte que te acompaña durante toda tu vida. Los niños no pueden empezar a navegar lo suficientemente temprano.
Razones por las que tu hijo debería aprender a navegar
Los niños disfrutan aprendiendo nuevas habilidades, especialmente durante una jornada emocionante en la que forman nuevas amistades. La navegación abarca muchos rasgos y habilidades que tu hijo puede utilizar en casi todos los aspectos de la vida. A continuación, los profesionales de educación náutica Atarcabos, nos presentan las principales razones por las que tus hijos deberían navegar el próximo verano.
1. Autoconfianza
Simplemente no hay nada como poder dirigir tu propio barco a los 9 años. Andar en bicicleta es una cosa. Dirigir con habilidad un velero auxiliar es otra muy distinta. Navegar puede ser una de las actividades más importantes para ayudar a moldear el futuro de un niño. Cuando a un niño se le da la oportunidad de gobernar un bote, siente que puede lograr cualquier cosa que se proponga. Esta confianza es enormemente beneficiosa en la educación y la vida social de un niño.
2. Conciencia espacial
Cuando navegas, aprendes a evitar colisiones y a navegar por espacios reducidos y curvas. Desarrollar confianza en la conciencia espacial ayudará a tu hijo a navegar los incómodos años de la adolescencia y la habilidad transferible le ayudará a desarrollar destreza en otras actividades que implican coordinación y pensamiento crítico, como aprender a conducir.
3. Sentido de dirección
Cuando salgan a navegar, los niños aprenderán a navegar por las aguas distinguiendo puntos de referencia y determinando direcciones. Al dominar esta habilidad, comienzan a comprender cómo ir de A a B y, como resultado, son más capaces de evaluar su entorno; se convierte en una parte regular de su flujo de conciencia. Esa conciencia es crucial para tener un sentido de dirección.
4. Conocimiento del tiempo
Saber de qué dirección viene el viento, qué tan fuerte es y cuándo no es apropiado lanzarse al agua son cosas que tu hijo aprenderá cuando se convierta en marinero. Al final de su semana en el agua, tu hijo mirará las nubes y evaluará las condiciones todos los días al salir por la puerta. Definitivamente una observación útil.
5. Hábitos en forma
Una parte crucial de aprender a navegar es asegurarse de una preparación adecuada antes de zarpar de la costa. Todos los navegantes de embarcaciones ligeras aprenden a montar un bote y luego desmontarlo y ponerlo en orden al final del día. Los niños aprenderán que la precisión y el trabajo en equipo son imprescindibles para el éxito. Y nunca se sabe, el tener un barco ordenado permite que esté seguro a flote, y eso puede ser una habilidad que puedan aplicar en su dormitorio: ¡podemos vivir con esperanza!
Ventajas de que un niño aprenda a navegar
La navegación ofrece a los niños muchas experiencias valiosas y oportunidades de aprendizaje que van más allá de la navegación en sí.
Experimentar la naturaleza en todo su esplendor es increíblemente importante para ellos. Cuando aprendes a navegar, también aprendes cómo está estructurado el mar, la costa y aprendes a apreciar y amar la naturaleza. Además, no hay nada más valioso que el aire fresco. En nuestra era digital, los niños muy pequeños suelen pasar horas delante del televisor. En la escuela de vela los participantes toman aire fresco durante todo el día. Esto no sólo es muy bueno para tu salud, sino para todo el cuerpo.
No olvides también la diversión, porque es increíblemente divertido pararte sobre una tabla impulsada por el viento en el agua mientras la conduces.
Por último, pero no menos importante, también cabe mencionar la capacidad de habilidad. No es tan fácil mantenerse navegando en un objeto así en condiciones de viento; estimula y desafía las habilidades del niño.
- Fomentar la responsabilidad y la toma de decisiones: La navegación requiere que los niños se responsabilicen de sí mismos y de su entorno. Aprenden a tomar decisiones y a asumir la responsabilidad de sus acciones. Esto puede ayudarles a aumentar su confianza en sí mismos y mejorar sus habilidades para tomar decisiones.
- Mejorar las habilidades físicas: La vela es una afición deportiva que requiere una buena forma física. Los niños que navegan pueden mejorar su resistencia, fuerza y coordinación.
- Desarrollar habilidades de trabajo en equipo: La navegación permite a los niños trabajar en equipos para controlar y navegar el barco. Aprenderá lo importante que es trabajar bien con los demás y cómo dividir las tareas.
- Ampliar el conocimiento sobre la naturaleza y la ciencia: mientras navegan, los niños aprenden mucho sobre el viento, el agua y el clima. También pueden aprender sobre física y matemáticas mientras navegan en el barco.
- Mejora sus habilidades para resolver problemas: Al navegar, puede encontrar desafíos inesperados, como ráfagas de viento o corrientes. Los niños aprenden a reaccionar rápidamente ante tales situaciones y a afrontarlas.
- Promueve la determinación y la perseverancia: navegar puede ser un desafío, especialmente para los principiantes. Los niños aprenden que la perseverancia y la determinación son importantes para lograr sus objetivos.
- Relajación y experiencia de la naturaleza: Navegar también puede ser una forma para que los niños alivien el estrés y se relajen. Podrán disfrutar de la naturaleza y tomarte un descanso de la vida cotidiana.
En conclusión, navegar puede ser una experiencia valiosa para los niños que les proporciona muchas habilidades y oportunidades de aprendizaje y puede ayudarles a tener éxito en otras áreas de sus vidas. Aprender a navegar no se trata sólo de llenar las vacaciones de verano de un niño activo. Es un regalo para la vida que nunca los abandonará y al que regresarán una y otra vez. Los cursos residenciales y no residenciales engancharán a tus hijos de por vida.