Acudir al médico no es algo que hagamos por gusto. Se trata de una especie de obligación a la que no se nos obliga, pero que debemos acatar. Es como una extraña paradoja de la que no podemos escapar. Resulta inevitable que acudamos al médico de cuando en cuando. Bien sea para prevenir y comprobar nuestro estado de salud en general, bien sea porque lo necesitamos de forma inmediata e irremediable. Algunos médicos son más agradables que otros y no nos importa acudir a la consulta, como el médico de cabecera. En tanto que otros, nos ponen los vellos de punta con la sola idea de tener que acudir, como sucede con los odontólogos.
No obstante, acudir a los profesionales de la salud, es algo inevitable y que hay que hacer de cuando en cuando. Dentistas incluidos. Además, en favor de estos últimos, diremos que los avances en su campo, son tan notorios que las visitas suelen ser tan gratificantes como efectivas. Eso sí, siempre y cuando se elija al profesional adecuado. A la hora de acudir a un odontólogo, lo mejor es contar con un profesional que nos haga sentir cómodos en la consulta y transmita confianza.
Sobre cómo encontrar al dentista adecuado para cada situación, hemos hablado con quien mejor puede indicarnos. Un profesional de la odontología de HQ Tenerife nos ha asesorado al respecto, para que sepamos cuales son los aspectos que debemos considerar a la hora de acudir a un dentista. De hecho, son los propios profesionales quienes nos indican que, la base de la elección reside en la confianza que se puede establecer con el dentista. Sobre todo en aquellos casos en los que acudir al dentista, produce ansiedad o miedo, resulta esencial saber en manos de quien nos estamos poniendo. No se trata solo de profesionalidad, existen otros factores a tener en cuenta.
Una experiencia agradable
Efectivamente, la visita al dentista, debe ser una experiencia agradable, pese a la creencia popular. Tener en cuenta algunos aspectos y saber si nos encontramos ante un buen profesional en el que se pueda confiar, evitará malas experiencias en consulta y garantizará, una experiencia lo más agradable posible y, por supuesto satisfactoria.
Llegado el momento de tener que acudir al dentista, lo primero que se piensa es en el dolor que va a causar la visita. Parece lo más lógico, pensar que no queremos que nos hagan daño y que el tratamiento se lleve a cabo con éxito y sin complicaciones. Estos dos objetivos, son muy fáciles de cumplir para un buen dentista, especializado y con cierta destreza.
Sin embargo, existen otros aspectos que tenemos en cuenta, aunque no seamos conscientes, a la hora de determinar si nos encontramos ante un buen profesional o no. Evaluar una serie de factores para encontrar la clínica ideal para cada uno, requiere tiempo y dedicación. No basta con mirar en internet y quedarse con la primera que nos muestra el buscador.
Un aspecto de gran importancia es contar con un profesional colegiado. Si no es así, no conviene ni mirar los tratamientos que ofrece. El intrusismo laboral es habitual en numerosas profesiones, incluida la odontología. Acceder a ser tratado por un dentista sin colegiar, supone todo lo contrario a pretender una experiencia agradable. Además que se pone en riesgo la salud de aquellos que acudan a consulta. Todo dentista o profesional de la odontología, tiene que encontrarse obligatoriamente, colegiado por el Colegio de Dentistas. Para verificar esta información, solo hay que disponer de los datos del profesional y entrar en el Colegio para localizarlo.
Partiendo de que tenemos a un profesional colegiado, tenemos que tener en cuenta otro tipo de factores. Por empezar por alguno, diremos que la cercanía al domicilio o centro de trabajo, es bastante relevante. Por la comodidad que supone a la hora de desplazarse, lo primero que se busca es la cercanía. En ciudades grandes como Madrid o Barcelona, en las cuales las distancias son bastante largas, esto puede parecer complicado. Sin embargo, hay dentistas en cada esquina. Precisamente por tratarse de ciudades tan grandes, la oferte de centros de odontología es cada vez mayor. Si no encuentras ninguno de tu agrado en este sentido, busca el que te ofrezca mayores comodidades.
Es decir, fácil acceso y comunicación, a nivel de transporte. En muchas clínicas existe la posibilidad de acceder en coche o llegar en transporte público. Otras están abiertas al medio día y en verano, lo que puede ser un plus añadido. Lo esencial es asegurarse de que el profesional merece el desplazamiento. Algunos tratamientos, conviene recordar, requieren visitas regulares, por lo que hay que tener en cuenta la distancia y comodidad para el acceso.
Teniendo este aspecto controlado, pasamos a buscar recomendaciones y opiniones de conocidos y pacientes. Las más fiables son las del círculo cercano: familiares, amigos, compañeros de trabajo… estas opiniones transmiten mayor confianza, como es lógico. Una vez se tengan suficientes referencias, es posible acercarse al centro en cuestión e informarse sobre las especialidades que ofrecen y conocer al equipo de profesionales.
Cabe la posibilidad de que el tratamiento que se haya hecho la persona que te lo ha recomendado, sea el mismo que tienes que hacerte, por lo que recomendación, proporciona mayor confianza. En algunas clínicas permiten conocer la opinión real de pacientes de la clínica que han finalizado sus tratamientos. De esta manera, se puede comprobar el resultado de los tratamientos en diferentes personas.
Especialización y calidad en el tratamiento
Cada vez es más frecuente encontrar especializaciones en las clínicas odontológicas. Antes acudir al dentista, suponía que el mismo profesional trataría todas tus dolencias, ahora, según el tratamiento, podrás tener al profesional más cualificado. De hecho, es uno de los aspectos más tenidos en cuenta y que mejor garantizan que la experiencia odontológica sea adecuada y agradable.
Por muy bueno que sea el profesional, lo más probable es que no sea capaz de realizar todos los tratamientos existentes con el mismo acierto. A la hora de buscar dentista, encontrarás pequeñas clínicas, centros especializados y consultas con diferentes especialidades. Un centro que cuente con dentistas generales y expertos en cada uno de sus campos, es la mejor opción en la mayoría de los casos. Elegir este tipo de clínicas, asegura encontrar al odontólogo con mayor experiencia en cada área: un implantólogo para hacerse un implante, un ortodoncista para la ortodoncia…
Ya tenemos en cuenta todos estos aspectos y hemos elegido una clínica. Lo normal es que la primera visita sea gratuita. En la visita se suele hacer un diagnóstico profundo y detallado para conocer el caso en particular y las necesidades del paciente. Esto supone una gran ventaja, puesto que permite conocer el centro odontológico y a sus dentistas, al mismo tiempo que las técnicas y tratamientos disponibles.
En este tipo de consultas se hace un estudio multidisciplinar por parte de diferentes profesionales, en función de las necesidades del paciente. Decantarse por uno de estos centros, es bastante interesante puesto que no solo va a examinar la boca un dentista generalista, va a llevarse a cabo una planificación detallada del tratamiento de forma conjunta con otros especialistas.
Cuando finalice el estudio completo y la exploración, se proporciona al paciente un plan de tratamiento con un presupuesto completo y detallado. Esto ayuda a tomar la decisión más adecuada y elegir al profesional que queremos que nos realice el tratamiento.
Por último, conviene considerar si se cumplen los estándares necesarios de calidad, trato y equipamiento. Existen factores que solo pueden determinarse taras una visita. En los casos en los que la primera visita es gratuita, esto ofrece la posibilidad de valorar aspectos como el trato personal, la higiene o la tecnología que se utiliza. Encontrar profesionales comprensivos que te dediquen el tiempo necesario es algo que solo se puede valorar tras una consulta.
Aspectos como la tecnología utilizada para realizar las pruebas diagnósticas o si se cumple con la limpieza e higiene adecuadas, es algo solo valorable in situ. Así como los materiales utilizados y las marcas con las que trabajan para realizar los tratamientos.
El uso de guantes, la desinfección del material, el lavado del instrumental y al esterilización, son fundamentales para que la higiene sea adecuada y no se transmitan enfermedades o se produzcan infecciones.
Con todo esto, la mejor manera de encontrar un dentista adecuado, es siguiendo estos consejos y, realizar la visita a varias clínicas para valorar lo expuesto. Una vez contemos con la información necesaria y la experiencia in situ, es más fácil determinar si nos encontramos ante el profesional adecuado para tratar nuestra patología bucal.
Como último apunte, los profesionales advierten sobre los precios bajos: desconfiar de ellos, puesto que son sinónimo de carencias en algún aspecto. Por lo tanto, buscar un presupuesto ajustado y justo, ni demasiado elevado ni demasiado bajo. Esto garantiza que nos encontramos ante un profesional honesto que sabe hacer su trabajo sin renunciar a la calidad de los materiales.
En conclusión, acudir al dentista, no tiene porqué ser una mala experiencia. Al contrario, deberíamos acudir de forma relajada y dejando el miedo al dolor a un lado. Eso es cosa del pasado, basta con entrar en una clínica actual, para darse cuenta de que no existe peligro ninguno.