Ventajas de alquilar una casa particular en vacaciones.

De vacaciones en una casa particular,

El alquiler de viviendas particulares para uso vacacional ha demostrado ser un negocio en expansión. Muchos turistas prefieren alquilar un piso o una casa a un particular que alojarse en un hotel. Vamos a ver las ventajas de esta opción tanto para los usuarios como para los propietarios.

Para los turistas representa libertad de movimiento y, en muchas ocasiones, un ahorro de gastos. Para los propietarios supone disponer de un recurso que tienen y utilizarlo para generar ingresos.

Hoy son muchas las plataformas y páginas web que permiten a los propietarios alquilar sus viviendas a turistas sin tener que preocuparse de nada. Tan solo de entregar las llaves de su apartamento. Vicente, que vive en Madrid, entregó las llaves de su piso en la playa de San Juan de Alicante a Key & Rent, una agencia especializada en alquiler de viviendas privadas a turistas. Recibe ingresos cada vez que alquila su piso durante periodos cortos de tiempo sin renunciar a disfrutar de su apartamento durante el mes de agosto, que es cuando lo suele utilizar.

Una parte importante de los alquileres que se realizan por un periodo corto de tiempo se efectúa a turistas extranjeros. España es uno de los destinos turísticos preferidos por muchos ciudadanos europeos. El turismo se ha convertido en uno de nuestros principales motores de la economía. Alquilar viviendas particulares es una forma de que los ciudadanos de a pie nos beneficiemos de esta situación. Y no solo lo hagan las grandes cadenas hoteleras. Las verdaderas beneficiarias del boom turístico en España.

Si tienes una segunda residencia en la playa, o en un destino turístico, estas son algunas ventajas que te puede reportar alquilarla a los turistas durante periodos cortos de tiempo.

Un negocio a toda vela.

La revista Tecno Hotel presenta una radiografía de la situación del alojamiento turístico en nuestro país. En sus propias palabras, estamos batiendo récords históricos. El número de reservas totales, que incluyen tanto hoteles como particulares, aumenta a un ritmo del 15% cada semestre respecto al año anterior. Tenemos una tasa de ocupación turística un 3,8% superior al 2019, antes de que se produjera la pandemia del COVID.

A pesar de que Europa está atravesando un periodo acuciante de inflación económica, que hace que disminuya el poder adquisitivo de los ciudadanos, la gente no renuncia a sus vacaciones. En estos dos últimos años lo que se aprecia es una reducción del tiempo de las estancias, que han pasado de una semana de media a 5 días; y un aumento de las tarifas, que han subido en torno a un 3,5%.

Curiosamente, el alquiler de viviendas particulares suele ser un 33% más barato que la reserva de una noche de hotel. Esto hace que muchos turistas se inclinen directamente por alquilar una vivienda particular en lugar de alojarse en un establecimiento hotelero. Después de todo, lo que busca el viajero es visitar un destino concreto. El tipo de alojamiento en el que pernocte es secundario.

Si una familia británica desea visitar Barcelona, tiene una relevancia relativa si duerme en un hotel situado en Plaza Cataluña o si alquila un piso en la Barceloneta.

Comodidad para los huéspedes.

Una buena parte de los turistas que visitan nuestro país afirman sentirse más cómodos en viviendas particulares que en hoteles. Es cierto que los hoteles prestan un servicio más detallado: limpieza de habitaciones, bufete de desayunos, atención personalizada al cliente, etc. Pero las viviendas particulares ofrecen una mayor libertad de movimiento para un turista que un hotel.

Si el turista alquila una vivienda no está sujeto a horarios. No tiene que bajar al comedor antes de las 12 para desayunar. Lo puede hacer cuando quiera. Tampoco tiene un horario de comidas o de cenas establecido. Digamos que en una vivienda particular, el turista va a su aire y se organiza el tiempo como quiere.

Esto es lo que muchos usuarios buscan en sus vacaciones. Su vida habitual está regida por horarios estrictos: una hora de entrada en el trabajo, una hora de salida, una hora para comer, un horario para atender responsabilidades. Cuando uno está de vacaciones, lo que le apetece es desconectar de la tiranía del reloj. Algo que permite hacerlo mucho mejor una vivienda particular que un hotel.

Algunos turistas utilizan su vivienda alquilada como base de operaciones. Desde ahí programan sus actividades. Si un día les apetece comer en casa en lugar de ir a un restaurante lo pueden hacer sin problemas.

Otro aspecto que influye en el alquiler de estas viviendas es la simpatía por el propietario. Algunos turistas prefieren darle su dinero a un particular que a una empresa. Piensan que están alquilando la vivienda a alguien como ellos. En cierto modo se ven reflejados en su arrendatario.

Mayor rentabilidad para el propietario.

El blog Dos Juegos de Llaves, dirigido a arrendatarios inmobiliarios, afirma que alquilando un piso por días se obtiene un 33% de beneficio superior al que obtendríamos si lo alquilamos por periodos largos de tiempo. Yo pienso que esta apreciación se queda corta. Un piso bien ubicado en una zona turística puede obtener en 2 meses más dinero que un año con un alquiler corriente.

Los alquileres turísticos requieren una mayor dedicación. Al haber una mayor rotación de inquilinos, el propietario debe estar moviendo constantemente la oferta de alquiler para obtener reservas.

Con frecuencia debe encargarse de la limpieza y mantenimiento de la vivienda. Dejándola en condiciones óptimas para la siguiente ocupación. Este tipo de alquileres también requiere una mayor atención al inquilino, ya que obliga al propietario a resolver de inmediato cualquier problema que pudiera surgir en el inmueble.

Otro de los hándicaps de los alquileres turísticos es conectar con los clientes potenciales. El mercado principal para estos alquileres está en el extranjero. El propietario debe promocionar su oferta en países como Gran Bretaña, Alemania, Holanda, Francia, que es donde provienen la mayoría de inquilinos de corta duración. Aunque internet ha facilitado las cosas en este aspecto, es importante que el propietario descubra los portales que los usuarios utilizan para encontrar alojamiento.

Por suerte existen agencias, aplicaciones y páginas web que se dedican a realizar este trabajo, descargando al propietario de las responsabilidades más complicadas.

Seguridad en los cobros y en el estado del piso.

Los dos asuntos que más preocupa al propietario de un piso o casa que se pone en alquiler es si cobrará la renta sin problemas y el estado en el que quedará el piso después de la ocupación. Estos son dos problemas que se aminoran considerablemente en los alquileres turísticos.

Cuantas veces sucede en los alquileres de larga duración que un inquilino se retrasa en el pago o, incluso, debe varios meses de alquiler. Algunos arrendatarios se quejan de las dificultades legales que tiene expulsar de la vivienda a un inquilino moroso. Para proceder, normalmente, hay que iniciar un procedimiento judicial. Con los alquileres turísticos, esto no sucede.

Un usuario de alquiler turístico no tiene ningún problema en adelantar el precio del alquiler con la reserva del inmueble. Es así como funciona. Sabe que si no paga por adelantado corre el riesgo de perder el alojamiento. Sus vacaciones planificadas penden entonces de un hilo. Esto le da una mayor seguridad al propietario de que va a cobrar el alquiler.

Por otro lado, los alquileres turísticos, al realizarse por periodos más cortos de tiempo, el desgaste de la vivienda es menor. Hay turistas que apenas utilizan el piso para dormir y desayunar. Por lo que el mantenimiento del inmueble se reduce a efectuar una limpieza de rutina.

Disponibilidad del piso.

Uno de los aspectos más atractivos del alquiler turístico de una segunda residencia es que el propietario no renuncia al uso y disfrute de la vivienda.

Este tipo de viviendas, las familias o particulares que las tienen en propiedad, suelen adquirirlas para pasar en ella periodos determinados de tiempo al año. Por ejemplo, una familia de Madrid tiene un piso en la playa de Gandía para habitarlo durante el mes de agosto. El resto del año, la vivienda se encuentra vacía.

Con una correcta planificación, esta familia madrileña seguirá disfrutando de su vivienda en la playa y recibirá ingresos el tiempo que no la está utilizando.

Esto es algo completamente diferente a si la familia decidiera alquilar el piso con un contrato de alquiler convencional. En este caso, la familia tendrá que hacerse a la idea de que los 5 años que dure el alquiler ya puede olvidarse de utilizar el piso.

Si no decidiera alquilarla y se inclina por utilizarla solo en agosto, como acostumbra a hacer, la vivienda, además de dejar de rendir dinero, corre varios riesgos. El primero de ellos, es que una vivienda habitada, aunque sea por periodos cortos de tiempo, está mejor cuidada que una desocupada. Hay una mejor limpieza y nos aseguramos de que las instalaciones de suministro funcionan y están dadas de alta. Por otro lado, una vivienda deshabitada corre el riesgo de albergar ocupas.

Por todas estas razones, tanto si eres turista como propietario, el alquiler de viviendas con fines vacacionales es una opción a tener en cuenta.

 

 

Scroll al inicio